Fábrica de Arte Cubano es una galería y club que expone desde hace más de 8 años lo mejor del arte contemporáneo de Cuba. Tras su reapertura post pandemia, el establecimiento buscaba formular una campaña basada en una nueva y fresca experiencia musical en FAC.
El proyecto busca retratar un sentir musical que exprese una nueva forma de manifestación, y teniendo en cuenta el contexto político y social del país, es fundamental que sea percibido como una revolución artístico-cultural adaptada y dirigida hacia un público millenial que consume cultura local.
Dentro del proceso del proyecto se rescataron elementos visuales y principios de la acústica arquitectónica, como por ejemplo: los mapas de modo sonoro. Los cuales, dentro de un proceso de pruebas e iteración, se utilizaron distintos aspectos como: color, forma, textura, jerarquía, entre otros principios. Estos se utilizaron para ser percibidos, tanto de manera estético-visual y comunicacional, como una nueva experiencia de consumo de arte y música local e internacional.
El reto más grande del proyecto propone en crear una forma de consumir material digital cultural teniendo en cuenta el contexto país del usuario basado en la prohibición. Para lo cual, se unen a la propuesta los "dead drops" o puntos para compartir y descargar archivos de manera pública y gratuita.
